16. Una partida tediosa
-Nada me haría más feliz que acabar esta partida antes del anochecer.
-Pues no sé qué decirte…
-Empieza a ser tediosa –agregó el Iluminador que ostentaba la máxima autoridad entre los dos.
-Ya, pero puedes entretenerte mirando afuera. ¿Te has fijado qué día hace?
-Tienes razón. –Al girarse para mirar donde le indicaba su compañero de juego comprobó la intensidad del cielo, más claro que el mar, pero igual de brillante. A los pies del acantilado el agua había suavizado las aristas de las rocas a fuerza de estrellarse millones de veces. Entonces añadió-: Es extraño.
-¿Qué es extraño? –contestó su interlocutor con displicencia. Seguir leyendo Halogramas: “Una partida tediosa”