3. El Consejo de los Veinte
Cuando el Alto Patriarca de la Luz traspasó la puerta, todos se levantaron en señal de respeto. Acto seguido se llevaron la mano izquierda al pecho, tocando la insignia que era el distintivo de su cargo; luego la alzaron hasta la sien de idéntico lado y por último cruzaron los brazos sobre sí mismos, con las palmas abiertas, cada una de ellas apoyada sobre la extremidad contraria. En su gesto formaban un cuerpo compacto en el que las manos parecían nudosos troncos, recios y vigorosos.
Tras un par de segundos de solemnidad se deshizo el abrazo y los veinte Consejeros volvieron a tomar asiento. El Patriarca de la Luz, el máximo mandatario de la Nave, habló en voz alta: Seguir leyendo Halogramas: “El Consejo de los Veinte”