Archivo de la categoría: Poesía existencial

El secreto del cuchillo

El secreto mejor guardado
es el que nace muerto,
como un aborto
cometido
una y mil veces.

Clavos en las sienes
y cuchillas en el pecho,
alfileres en las pupilas
y machetes en los dedos.
En los pies tijeras
para despedazar el cuerpo.

Nacer en una cuchillería
y rasgar el aire
es el arte
de vivir sin secretos.

Dolors Fernández Guerrero

El bufón en el espejo

¿Qué sentido tiene la dignidad
cuando el bufón
con su cuerpo de peonza
mira socarrón al otro lado del espejo?

Un giro, una pirueta descontrolada
convocan un duelo
sin esgrima,
gotas de acíbar entre destellos
de tierra mojada
y sus ojos como terrones marrones y secos
son el alimento de la distancia.

¿Qué sentido tiene yacer boca abajo
desdibujada en el enigma
de un boceto no resuelto?
Duele el color gris,
el tósigo corriendo por las venas,
el suspenso del ser
sin alas,
perdido el pie en cada quiebro.

¿Qué sentido tienen
todos los cascabeles de un gorro,
su apretado arcoíris,
zascandiles del tintineo,
risa loca del bufón
al otro lado del espejo?

Solo rueda
y con su cuerpo de peonza rueda,
mientras a su alrededor
−esperpento sin sombra−
un lazo invisible
en su bucle lo aprisiona.

¿Qué sentido tiene la dignidad
cuando nada valioso ni insigne
interrumpe tu perfil
al otro lado del espejo?

Dolors Fernández Guerrero

Redoble de tambores

Hay una garra que chirría en los cristales,
un cansancio de ojera que desando con mis pasos,
un enano hábil con los malabares
que avanza entre cabriolas
depositando mil cáscaras de huevo
a mis pies.

Es tan frágil ser,
solo piel con huesos, tendones sin su arco,
sangre decolorada en la maraña,
infernal cabellera de Medusa,
fanática y absurda,
salvaje en su sentencia,
en su mirada de dragón.

Se rasga la noche,
la vida es una insolencia
que hurga en el adobe del silencio.
En él se maceran
golondrinas circunflejas
que desean redimirse ante la vida,
sin percatarse, sin saber
apenas
que son solo tijeras negras,
                                                 recortes del ayer,
                                                                                imposibilidad del mañana.
El hoy es un redoble de tambores.
El corazón no descansa.

Dolors Fernández Guerrero

Retruécano

El retruécano de la noche es mudo
y galopan las horas
en los abrevaderos de la insumisión.
La frente alta y la boca cerrada.
La sed adormece el silencio
para que el caballo al paso
no sucumba.

Abrevar las bestias,
enajenar su dicha,
el bocado prieto, ahora suelto
sobre el frescor del cristal.

Sin respiración, el jinete ve su imagen
adormecida en el agua.
Quisiera, exhausto por la jornada,
beberse la noche a pedazos,
pero cae una rama
y el temblor de las ondas dibuja
el mudo retruécano de la noche.

Dolors Fernández Guerrero

‘Veintiún gramos’ en “Els dijous del Mercantic”

En el “Recital Poético” de Els Dijous del Mercantic, celebrado el 28 de julio de 2022 en la librería El Siglo del Mercantic de Sant Cugat, tuve ocasión de compartir algunos de mis poemas junto a Enric Casasses y Rubén Valenciano. Una de las composiciones que recité fue Veintiún gramos. En valores absolutos, lo que el título expresa es tan poco, una medida de peso casi insignificante pero, al mismo tiempo, la cantidad precisa, la única significativa para la existencia… Dicho de otra manera: el modo de calibrar la vida.

Elogio de la paz

Se oye el bramido del mar
en este compás de espera.
Sí, banderolas blancas,
sí, banderolas negras.

Irredento se aproxima
con miles de lenguas de fuego.
No, espumarajos blancos,
no, alquitranes negros.

Ladera de agua salada,
la misma sin ser igual,
basta de blanco o de negro
con rumor de pedernal.

Salten cabriolas de agua,
potrillos de hielo insomnes,
que un oráculo de olas
sea la voz que se inmole.

Sí, banderolas blancas,
sí, banderolas negras;
No, espumarajos blancos,
no, alquitranes negros.

Dolors Fernández