ARGUMENTO DESGLOSADO Y COMENTADO
Prólogo y Epílogo
La novela se inicia con el soliloquio de un personaje anónimo durante un día de lluvia:
No soy yo quien debería contar esta historia. Pero soy el que puede contarla. (pág. 11)
A partir de este planteamiento paradójico, el personaje, que se declara sin “nombre que vosotros podáis conocer”, interpela directamente al lector. Niega que sea un monstruo, solo que “sencillamente, las personas como yo existen”, afirma. Se trata de un sicario que se cruza en la vida de Julián Leal, el inspector de policía protagonista de la novela. Reconoce que Julián cambió el curso de los acontecimientos, tal y como debían haberse producido, puesto que “antes de conocerle, yo era quien era, lo aceptaba y no pretendía ser otra cosa”.
El personaje se siente, con el paso de los años, más débil, padece insomnio y siente inquietud ante su propio futuro.
A fin de cuentas, yo solo quería un velero, una casita en el islote de Margarita, la música de Bob Marley y el rostro de Clara sobre mi pecho, susurrándome que podemos cambiar. (pág. 14)
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