Clausurar el miedo

Dedicado a los niños autistas y a las familias que los cuidan con amor. También a todos aquellos que sienten miedo, soledad, abandono.

 

autismoHay momentos de angustia,
de puertas cerradas,
alboroto de voces calladas.
Flores que se marchitan en las manos,
una lágrima que no vierte la sal,
porque no osa,
porque no es capaz.
No hay una sola migaja
de mi cerebro que sobreviva
a esta puesta de sol, amor mío.
Por eso he cerrado persianas,
porticones y cortinas,
el ventanal de la mirada,
para que solo estemos tú y yo,
fragilidad de la vida.
No saldremos, no hace falta.
No hablaremos, es fugaz.
Nos buscaremos en la taquigrafía
de los gestos que tú alcanzas,
en el acertijo hermético
que detenta tu sonrisa.
Tú y yo solos,
sin un mundo que es ruido
inútil, frío,
que te trastorna y
que hiela tus finos dedos de niño.
Así encontraremos el terciopelo húmedo
de las miradas,
el silencio resuelto
de un abrazo sin tiempo
que clausure los miedos
que nos atenazan.