Y se hizo la luz

amanecer-dali

Y en un principio fue la luz
y la luz se hizo verbo
y el verbo se encarnó en tu cuerpo.
Dos brazos y dos piernas;
un torso coronado
por tu cabeza serena;
el sexo subyugante,
aguardando el momento preciso,
el instante.

Y entonces llegué yo,
una sombra de vuelo cernido,
repleta de besos
mojados sin labios
que se ha convertido
en tu pan y tu vino,
en el verbo de tu garganta,
en un reflejo oblicuo
de esta luz pura y descalza.