Cuando el infinito se hace poesía, Ramón Andrés

El poeta Ramón Andrés se adentra en los mundos del pensamiento humano, donde las reglas convencionales y presuntamente “realistas” se manifiestan insuficientes.
En Poemas infinitos su lenguaje recurre a metáforas innovadoras, osadas, puesto que su intención es acceder a la verdad última de todo lo que ve, lo que sufre,  lo que siente, como ser vivo que habita un mundo infinito. El propio autor es integrante de la humanidad y representante de todas sus contradicciones, por ello sabe que la mirada de los hombres -que todos, inevitablemente, compartimos- parece empeñada en lo contrario. “Desvelar” y “revelar” son su fin poético.

¿Qué os parecen estos versos de viernes?

VERSOS DE VIERNES Y FELIZ FIN DE SEMANA

Ciclo solar

Todas las noches cubro las cúpulas sin templo,
y giro alrededor de mundos no creados,
nudo de arena el ser, cosecha aún caliente
por el adentramiento de la alondra y su luz.
Se acerca la vigilia como animal de carga
trayendo los sucesos, la alianza del espino
con eso que no soy, tierra de promisión.
Contemplo a la zancuda que picotea el lago
y vuelve con un alga para enturbiar los cielos,
ahora que el vivir es solo alegoría
y el sol es carne limpia en los ojos del náufrago.
Todo tiene su origen para que nada cambie,
el mismo encorvamiento que conminaba al griego
lo fuerzas tú en la viña para arrancar el fruto.
Todo tiene su fin, el pan del reo, el paso,
hechos del mismo hierro la ganzúa, el cerrojo,
gozne que no rechina porque nada se cierra.

Ramón Andrés, Poemas infinitos