¿Qué sentido tiene la dignidad
cuando el bufón
con su cuerpo de peonza
mira socarrón al otro lado del espejo?
Un giro, una pirueta descontrolada
convocan un duelo
sin esgrima,
gotas de acíbar entre destellos
de tierra mojada
y sus ojos como terrones marrones y secos
son el alimento de la distancia.
¿Qué sentido tiene yacer boca abajo
desdibujada en el enigma
de un boceto no resuelto?
Duele el color gris,
el tósigo corriendo por las venas,
el suspenso del ser
sin alas,
perdido el pie en cada quiebro.
¿Qué sentido tienen
todos los cascabeles de un gorro,
su apretado arcoíris,
zascandiles del tintineo,
risa loca del bufón
al otro lado del espejo?
Solo rueda
y con su cuerpo de peonza rueda,
mientras a su alrededor
−esperpento sin sombra−
un lazo invisible
en su bucle lo aprisiona.
¿Qué sentido tiene la dignidad
cuando nada valioso ni insigne
interrumpe tu perfil
al otro lado del espejo?
Dolors Fernández Guerrero