El búho

búhoLa noche sepultada
conoce tu secreto.
El búho solitario
otea. Calla en
su rama
por no romper el silencio.
La melancolía
se ha prendido de su pico
y no descenderá
de su atalaya
sin un taladro de hielo.

La noche sepultada
conoce mi secreto.
La soberbia del búho
es más perfecta
que la circular línea
de sus ojos ajenos,
que penetran las verdades
sin máscara,
que rastrillan
lo que hubo antes,
lo que vendrá luego.

La noche sepultada
conoce el secreto.
¡Que alguien oculte ese búho!
Cubridlo con un
capuchón morado o negro
para que sus pupilas
no parodien el destino,
para que no maldigan el atuendo.

Así, al verlo, pensaremos
que es el signo del pecado,
la esperanza perdida de cualquier otro,
la incongruencia en procesión
entre las hojas de un árbol.