Cual un asteroide libre, sin brújula, y más feliz que un cometa antes de desintegrarse en la atmósfera, así me siento hoy, con la publicación de mi artículo “Eros en el espacio”, aparecido en el último (y definitivo) número de la revista de literatura Clarín.
Siento una gran pena porque Clarín, esa experiencia literaria de alta calidad, nos abandona, dejándonos un poco más huérfanos, más solos en el ciberespacio de las letras, tan ilegibles a veces, tan perdidas y profundamente incomprendidas siempre.
Saltar al vacío puede ser un acontecimiento excitante, pero mucho más en compañía… En la vuestra.