Ante noticias que ponen los pelos de punta por lo que representan (fanatismo, sinrazón, injusticia, manipulación de la memoria histórica), adjunto un enlace de suma importancia: un artículo de Ian Gibson (el gran hispanista británico), aparecido el 17 de agosto en el diario El País.
Bajo el título “Machado y Cataluña“, Gibson explica de forma detallada la relación del poeta andaluz con Cataluña y glosa su peregrinación hacia Colliure en enero de 1939. Machado, mayor y enfermo, moriría un mes después en esa localidad francesa.
Por poner en antecedentes, el Ayuntamiento de Sabadell (Barcelona) propuso la retirada del nombre de algunas de sus calles, ya que -según el encargado de realizar el informe, el ¿historiador? Josep Abad– figuras tales como Machado, Goya, Quevedo, etc. eran personalidades franquistas y anticatalanistas. Y eso que la mayoría de ellos ni siquiera vivió durante ese período histórico. ¿Franquistas avant la lettre? Acabamos de adentrarnos en un relato de ciencia ficción.
Más flagrante es el despropósito en el caso del poeta Antonio Machado, quien tras la caída de Barcelona durante la Guerra Civil española, tuvo que huir a Colliure (Francia), acompañado de otro insigne poeta, profesor e intelectual catalán, Carles Riba, y del presidente del Institut Català de Literatura, Josep Pous i Pagès, entre otras muchas personalidades catalanas y no. Como es evidente, la paradoja se nos escapa de las manos como una patata caliente.
El propósito del señor Abad era, según ha aducido en su informe, retirar a las grandes figuras de la literatura española (muchas de ellas del Siglo de Oro), ya que su “presencia en el nomenclátor [Josep Abad las] considera excesos de un modelo seudocultural franquista”. Y para cargar de razones sus argumentos añade en otro párrafo del citado informe: “bajo la aureola republicana y progresista con que se ha revestido su figura, hay una trayectoria españolista y anticatalanista”.
Por suerte el Ayuntamiento ha renegado rápidamente del informe en cuestión, eso sí, después de la presión mediática recibida.
Ahí queda eso.
Para que podáis leer a Ian Gibson, que siempre es un placer, adjunto el enlace de El País del 17/08/17:
https://elpais.com/cultura/2017/08/16/actualidad/1502906472_695077.html