Nuevo relato: “Halogramas”

halogramasQuiero anunciar que en los próximos días voy a incluir en el blog un nuevo relato. Se titula Halogramas. Acaba de salir del horno y aún huele a pan recién hecho. Pero a un pan especial, con harina cernida en mi propio cedazo y especiado a mi gusto, algo picante y  poco convencional.
Se trata de una distopía que a más de uno puede sorprenderle. O no. Eso dependerá de vosotros, los lectores, quienes siempre tenéis la última palabra.
Todos estos prolegómenos vienen al caso porque no voy a seguir el procedimiento habitual. Es decir, nada de incluir en el blog  el relato sin más, sino que lo voy a hacer poco a poco. Partiendo de que todo lo bueno se hace esperar tendréis que tener paciencia. Claro, eso si la historia os interesa.
La razón última es que se trata de una narración bastante extensa (sin llegar a ser una novela). Por eso he pensado que las entregas resolvían el tema de la falta de tiempo y añadían chispa al blog. Espero no equivocarme.
Cada pocos días publicaré un capítulo. Son 25, o sea que tenemos para varias semanas. Retomaré el viejo formato de los fascículos, hoy día bastante olvidados en literatura. No así en televisión, donde  las series se han adueñado de la audiencia.
Y ahora, la nota filológica. La palabra “fascículo” deriva del latín. Es, por tanto, un cultismo que ha evolucionado del fasciculus latino. A su vez, fasciculus es el diminutivo de fascis, que significa haz, manojo. De ahí “fascismo”, “faz” o “fajo”. Aplicado al tema literario estaríamos hablando de un conjunto de hojas que forman parte de una obra mayor.
Ahí queda el tema. Espero que os guste y os emocione.

¡Hasta pronto!