Umberto Eco ha muerto. Era un buen hombre, un maestro y un grandísimo escritor.
Silencio, por favor. Que hablen por él El nombre de la rosa, El péndulo de Foucault, El cementerio de Praga y su última novela, Número cero, entre otros escritos suyos. Nunca nos dejará del todo, pero en este mundo desquiciado e ilógico sí que nos sentiremos un poco más huérfanos.
“Sabiduría no es destruir ídolos, sino no crearlos nunca.”
(Umberto Eco)