Aletargados

LetargoHay un sonido de refugio
en esta tarde macilenta.
Gris es el metal que
arrojamos al aire
y esquivos son los brazos
que vienen a buscarme.
Fuego y tinta diluidos
en la cansina retahíla
de súplicas y oraciones.
No habrá descanso
ni colofón de ocaso
cuando hoy cierre los postigos
y esconda la cara
entre los bostezos del letargo.