Árbol centenario

Me quedé hueca, vacía, como árbol centenario
buscando rumor de hojarasca,
proyectando el verano en mi sombra alargada ,
malgastando la savia en frutos manchados.
¡Qué terco filamento une la vida a mis labios..!

Y ahora se mezcla la sal de mi llanto
con el sabor de tus besos.
Aquella noche debería haber llovido tanto…
Así no tendría la certeza de haber muerto,
de haberte sobrevivido en vano.

La savia invicta en mi rugosa corteza,
en mi nudosa presencia de años y daños,
tiene del manzano la consistencia,
del almendro en flor la belleza,
del limonero su ácida luminiscencia.