Con este contraluz te miro sin verte, mujer,
proyecto de sombra alargada mirando hacia el sur.
Tus ojos inertes son una línea rasgada
salpicada de moretones de color azul,
en los que nadie lee tus renglones torcidos,
donde se olvidan los sueños, donde te pierdes tú.
Ciprés que hermosea el camposanto del alma que amas,
advierte que ese amor es el tétrico paspartú
que enmarca las telarañas pendientes de tus ramas.
Sécate en mí esas lágrimas y mira a su trasluz.