Si en Corónicas de Ingalaterra Eduardo Moga compartía con los lectores su visión de la sociedad inglesa bajo su particular y paciente (en su acepción de persona que padece) punto de vista, en Corónicas de Españia Moga cambia el escenario, para remitirse al paisaje de España.
En palabras del propio autor:
“En Corónicas de Españia continuaré hablando de lo que me pase, pero ahora ya no en la tierra verde de Albión, sino en la ocre, verde y asendereada de mi país.”
Mejor dicho, imposible. Ahora será cuestión de seguir sus nuevas andanzas.