La realidad, ese escuálido reflejo de la locura

PizarnikAlejandra Pizarnik bordeó los caminos de la locura. Su poesía o su famosa novela La condesa sangrienta son una obstinada reafirmación en su visión desestructurada de la existencia humana.
Su lenguaje, sin embargo, elude lo tétrico para hermanarse con la mística.
Su lectura puede resultar una experiencia devastadora. No apta para pusilánimes.

¿Qué os parecen estos versos de viernes?

VERSOS DE VIERNES Y FELIZ FIN DE SEMANA

Exilio

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

Alejandra Pizarnik, Las aventuras perdidas (1958)